Lo que parecía ser una noche tranquila de fútbol en el Santiago Bernabéu se convirtió, por momentos, en una auténtica pesadilla. El Real Madrid, con la intención de administrar la ventaja obtenida en la ida, salió confiado y lo pagó caro.
Barrenechea adelantó a la Real Sociedad en el marcador tras una jugada por la banda derecha en la que Lucas Vázquez quedó completamente descolocado. A pesar del golpe, el equipo de Ancelotti logró recomponerse antes del descanso. Vinícius filtró un gran pase para Endrick, quien definió con una sutil vaselina para poner el 1-1 en el luminoso y devolver algo de tranquilidad al equipo blanco.
Tras el regreso de los vestuarios, el panorama se complicó aún más. En el minuto 80, Mikel Oyarzabal volvió a adelantar a la Real Sociedad con el 1-2. Sin embargo, la respuesta del Madrid fue inmediata: solo dos minutos después, en el 82’, Jude Bellingham apareció para rematar un centro de Vinícius y colocar el 2-2 en el marcador, manteniendo viva la esperanza madridista.
Cuando parecía que el Madrid tenía controlada la eliminatoria, llegó un nuevo mazazo. En el minuto 93, con los siete minutos de añadido en curso, Oyarzabal anotó de nuevo, estableciendo el 2-3 en el partido y el 3-4 global, enviando el encuentro a la prórroga.
Con ambos equipos desgastados y reservando energías ante la posibilidad de una tanda de penaltis, el Real Madrid encontró su última oportunidad. En el minuto 115, Antonio Rüdiger remató de cabeza un córner ejecutado por Arda Güler y firmó el definitivo 4-4 en el marcador.
A pesar de los errores y la fragilidad defensiva mostrada durante el partido, el Real Madrid logró su pase a la final de la Copa del Rey. Sin embargo, si quiere aspirar al título, el equipo deberá mejorar notablemente su solidez en defensa y evitar errores que podrían costarle caro en el duelo decisivo.
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